Cajas
Antes de utilizar los ushebtis con los fines que hoy en día conocemos (trabajadores - sirvientes para el más allá), empezamos ha encontrarnos figuras de pequeño tamaño introducidas en ataúdes de madera y cerámica en miniatura con carácter votivo. Es durante el Imperio Medio y el Segundo Período Intermedio, cuando empiezan ha aparecer éstos pequeños sarcófagos que imitaban por lo general los patrones iconográficos de los grandes ataúdes, ya sean de forma rectangular con tapa plana, abovedada o antropomorfos.
A principios de la XVIII dinastía, encontramos ejemplos más sofisticados de pequeños sarcófagos antropomorfos, a veces con inscripciones en franjas intercaladas con figuras de deidades, como en los grandes ataúdes.
Una gran cantidad y variedad de éstos sarcófagos, los empezamos a encontrar en Dra Abu El-Naga. Son unas cajas que contenían los rudimentarios y toscos ushebtis tipo palo. Normalmente contenían una o varias figuras en miniatura de aspecto momiforme en su interior. Se creé que algunas de éstas figuras pudieron haber servido como depósitos votivos en lugares sagrados o para desempeñar una parte del ritual funerario.
Sarcófago con ushebti en su interior. Ushebti y sarcófago para Kamose. 1575 a.C. RMO, Leiden.
Una alternativa de éstos contenedores son los individuales, en los que encontramos ushebtis depositados en posición vertical.
Estos se asemejaban ha los santuarios portátiles o también llamados quioscos, que contenían la imagen de una deidad. Se trata de unas cajas con bases cuadradas proyectados al alza, las paredes normalmente son lisas y portan una tapa abovedada, aseguradas por una cuerda atada alrededor. Ejemplos de éstos tipos de contenedores, son los encontrados en las tumbas reales de Tutankhamon y Yuya. Podemos ver como éstos contenedores también aparecen representados en las pinturas murales de dichas tumbas. Los dos casos muestran el prototipo estandarizado de este tipo de cajas, con paredes lisas y tapa abovedada. En algunos casos, era habitual encontrar inscripciones jeroglíficas que detallaban el número de ocupantes que contenía la caja.
Por lo general la decoración era bastante austera y sencilla, normalmente aparecían franjas verticales y horizontales, a parte de alguna inscripción jeroglífica, eso sí, siempre utilizando colores vivos e intensos.
Cajas individuales. Caja de ushebtis para Djehutyhotep, intendente y director de la fiesta de Amón. Madera policromada. 1290-1210 a.C. Museo Egizio, Torino y caja de ushebtis para Yuya. Majadera policromada. 1390-1352 a.C. Metropolitan Museum of Art.
Durante la XIX dinastía, éstas cajas empezaron ha albergar dos o más figuras, normalmente en varios compartimentos claramente diferenciados mediante un panel vertical (éste interior, casi nunca visible desde el exterior) y cada uno con su tapa (plana o abovedada), mientras que la parte exterior de las cajas seguían estando decoradas de forma unitaria y sin ningún tipo de partición.
Esta nueva forma de contenedor hizo que los paneles exteriores fuesen más amplios, de tal forma que su decoración fue más elaborada y extensa. Normalmente aparecía representado el propietario del contenedor adorando a dioses como: Osiris, Anubis y los cuatro hijos de Horus, también era frecuente representar al difunto sentado con su esposa antes de una ofrenda.
En otras ocasiones las cajas apenas mostraban ningún tipo de decoración, podían aparecer mínimas inscripciones jeroglíficas o ser totalmente lisas.
Como ya hemos explicado, en muchas ocasiones éstos compartimentos podían diferenciarse por las tapas abovedadas o planas externas, llegando a tener dos, tres o más cubiertas. Aunque en algunos casos pese ha contener varios compartimentos, solo se utilizaba una única tapa conjunta (abovedada o plana).
Este aumento de figuras que contenían las cajas, hizo que los ushebtis disminuyeran de tamaño. Posteriormente veremos como este tamaño sigue decreciendo a medida que aumenta de forma notable la inclusión de figuras en éstos recipientes.
Cajas con dos y cuatro compartimentos interiores. Caja de ushebtis de Khabekhent. Madera policromada. 1279 a.C. Museo Arqueológico Nacional, Madrid y caja de ushebtis del Sacerdote Uab Patjauemdiamon. Madera policromada. 1076-746 a.C. Museo Egizio, Torino.
Durante el Tercer Periodo Intermedio y finales del Periodo Yardío, las tapas de las cajas son a veces decoradas con pinturas de barcos de vela, probablemente asociados con la peregrinación tradicional. Parece poco probable que éstas representaciones tuvieran que ver con el traslado de arena mencionado en el ‘’hechizo ushebti’’.
Cajas con tapas decoradas con la representación de un barco de vela. Cajas de ushebtis para Ankhshepenwepet. 712-664 a.C. Metropolitan Museum of Art.
Más enigmáticos son los lados de éstas cajas, en los que aparece representado de forma frecuente, el propietario portando uno de sus ushebtis y de frente la imagen de una deidad sin nombre, portadora del símbolo de la vida, que parece intervenir entre el difunto oferente y las figuras de una serpiente y un cocodrilo representados detrás de la deidad.
Otras dos formas de envases que deben ser mencionados:
Uno de los tipos data de la XIX dinastía y fue modelado en cerámica en forma de Anubis yacente sobre un santuario. Esta misma forma, aparece en un nicho de una tumba representada en el capítulo 151 del Libro de los Muertos. Otros dos ejemplos que contienen ushebtis de tipo votivo fueron encontrados en el Serapeum por Mariette.
Otro de los ejemplos, son los envases parecidos a un vaso canopo con tapa en forma de chacal, en este caso conteniendo ushebtis en lugar de vísceras y la fórmula ‘’Sehedj’’ inscrita en el exterior. De hecho, el hallazgo ocasional de ushebtis en frascos con tapas, sugiere una nueva forma de contenedor relativamente económica con suficiente simbolismo para justificar su nuevo papel. En éstos vasos era frecuente encontrar ushebtis de pequeñas dimensiones.
Vaso para usbetis de Hori. Arcilla. 1295-1069 a.C. North Carolina Museum of Art.
De forma notoria, encontramos la madera como material más utilizado en la elaboración de estos contenedores, aunque también en menor cantidad nos han llegado piezas de cerámica.