Ushebtis por tipo

Ushebtis ''tipo palo''

A principios del Imperio Medio aparece un nuevo tipo de estatuilla de forma momiforme, que representa al difunto y que viene a sustituir conceptualmente la estatua del Ka (aunque esta no llega a desaparecer). En los Textos de los Sarcófagos se le denomina como shabti y actúa simultáneamente como sustituto del difunto y del sirviente.

El concepto shabti no procede de una doctrina religiosa específica, sino que se desarrolla durante el Imperio Antiguo a partir del culto a las ofrendas en las tumbas de personajes no pertenecientes a la realeza. La noción del  trabajo forzado en el Más Allá, para beneficio del faraón y los dioses, debía formar parte de las creencias populares sobre la otra vida. Es por ello, que posiblemente la fórmula shabti debía de tener ya una larga tradición cuando se instaura de forma oficial en el Imperio Medio.

Es a partir de la XII Dinastía (Imperio Medio) cuando comienzan a aparecer unas pequeñas figuras momiformes, hechas en madera o piedra, que conocemos comúnmente como; ushebtis ''tipo palo''. La cabeza se representa con peluca doble, el cuerpo envuelto en vendas y las manos raramente aparecen; aunque en algunos ejemplos pueden ser representadas portando amuletos o jarras de purificación. Con frecuencia éstas figuras continúan apareciendo depositadas en diminutos sarcófagos de madera, toscamente elaborados y son consideradas como sustitutos de la momia en caso de que ésta desapareciera. La mayoría no llevan ningún tipo de inscripción o como máximo únicamente el nombre y títulos del difunto. 

Durante éste periodo, las formas de éstas figuras fueron exageradamente estilizadas, grotescas y poco cuidadas en su elaboración. En su mayoría estaban realizadas en madera de Tamarindo o de Persea. El Tamarindo es un árbol tropical originario del este de Africa, pero que ahora existe en gran parte de Asia tropical así como Latinoamérica. Y la Persea es un género botánico de cerca de ciento cincuenta especies de árboles, siempre verdes de la familia del Laurel.

Por ello, probablemente se les denomina shawabty. Apareciendo también las primeras versiones de la fórmula ushebti, del capítulo VI del Libro de los Muertos. La palabra más común para nombrar a éstas figuras, quizás sea la de Shabti, derivada de otro vocablo cuyo significado es palo o trozo de madera. En algún momento shabti pasa a denominarse shawabty, que significa: los de Persea, árbol de cuya madera se elaboraban estas figurillas.

La gran mayoría son de aspecto momiforme, es decir, con el cuerpo envuelto en vendas, quedando solamente visible la cabeza y a veces las manos. El aspecto es similar a la de los sarcófagos antropomorfos, con las mismas pelucas, adornos y simbología sagrada.

Gran parte de estos ushebtis proceden de Dra Abu El-Naga, una localidad egipcia situada junto a una necrópolis de la antigua Tebas, en la orilla occidental del Nilo, entre El Tarid, y Deir El-Bahari, cerca del Valle de los Reyes, en la región de Luxor. En esta región predominaron las tumbas excavadas en la roca y en la llanura.                                 

Iconográficamente todos estos ushebtis muestran un patrón común. Solían ser piezas realizadas en madera, toscamente tallada y anepigráfica, es decir, sin ningún tipo de inscripción. Aunque en algunos casos éstas figuras portaban unos mínimos textos jeroglíficas, normalmente en la parte frontal haciendo alusión al nombre y títulos del difunto. 

Es frecuente también encontrar inscripciones en escritura hierática. Este modo de escritura permitía escribir de forma rápida, simplificando los jeroglíficos, y estaba íntimamente relacionada con la escritura tradicional jeroglífica. Fue durante amplios periodos la escritura utilizada en textos de la administración y religiosos.

Las dimensiones de estas figuras podía variar, aunque nos han llegado piezas de más de veinticinco centímetros de altura. La forma humana era sólo sugerida mediante el esbozo de la cara, del abdomen y de los pies, sin ningún tipo de detalle. Este tipo de ushebtis fueron elaborados sobre todo durante la XII Dinastía, periodo del auge en su fabricación. En la actualidad, la mayor colección de ushebtis tipo palo, se conserva en el Petrie Museum de Londres. Casi todos ellos fechados entre la XII y XVII Dnastía.

 Segundo Período intermedio, Imperio Nuevo.

Dinastía XVII - XVIII.

1.640 - 1.504 a.C.

Procedencia: Tebas, Asasif, Tumba CC 41, MMA excavaciones, 1915 - 16.

Madera, 10,5 cm.

Metropolitan Museum of Art (New York).

32.3.263

Segundo Período intermedio, Imperio Nuevo.

Dinastía XVII.

Procedencia: ?.

Madera, 8,9 cm.

British Museum (Londres).

EA36244 

 Segundo Período intermedio, Imperio Nuevo.

Dinastía XVII.

Procedencia: Dra Abu el-Naga.

Apareció durante la campaña del 2005 (Proyecto Djehuty) en el área sur del yacimiento, donde se ha construido un muro de contención de bloques de caliza, junto al camino del pueblo, para proteger el patio de la tumba de Djehuty de posibles derrumbes.

Madera, 8,9 cm.

Ushebtis tipo ''contornos perdus''

Durante la XX Dinastía, aparecen unas nuevas figurillas con una apariencia desconocida hasta el momento. Estas nuevas representaciones reciben el nombre de ushebtis ''tipo contornos perdus'', que literalmente significa ''perdida de contorno''.

Históricamente éstos fueron años difíciles para la gobernabilidad del país. Aunque cabe destacar la figura del faraón Ramsés III. Este continuó la tarea pacificadora de su padre, restableció el poder de los templos y reorganizó la administración en clases: funcionarios de palacio y grandes príncipes o gobernadores de nomos, ejército, y obreros. Su objetivo era devolver a Egipto el antiguo esplendor de aquéllas XVIII y XIX Dinastías que le precedieron, y a través de esa estabilidad retomar el poderío externo ya bastante mermado por la debilidad de los gobiernos anteriores, al que habría que añadir el acaecido durante el suyo por la actividad especialmente combativa de los pueblos vecinos. Nubios y libios se constituyeron en sus principales rivales, así como también los llamados: Pueblos del Mar. Una heterogénea coalición de pueblos.

Su reinado quedó marcado por la recuperación económica que le permitió continuar la explotación de las canteras y minas, organizar expediciones comerciales al País de Punt y Sinaí, o la construcción de grandes obras como su gran templo funerario en Medinet abú, o la ampliación del templo de Amón en Karnak.

Ramsés III, tuvo numerosa prole masculina, y cuando en el año 32 desapareció, y su cuerpo fue enterrado en el Valle de los Reyes, fue su hijo Ramsés IV quien pasó a sucederle aunque no sin cierto misterio por la continuada reafirmación de su origen de la que hizo gala. Curiosamente, idéntica reafirmación filial que harían sus otros hermanos cuando llegado el momento le sucedieran.

De su hijo Ramsés V, apenas nos han llegado restos documentales. Cuando Ramsés V muere, por probablemente una enfermedad infecciosa, se inició la construcción de su tumba, pero habría de ser su tío, en medio de posibles desórdenes, quien le sucediera y terminara.

Ramsés Sexto, tras autoafirmarse, extraña y repetidamente en sus orígenes como hijo de Ramsés Tercero, continuó sin poner freno a los desmanes de aquélla debilitada sociedad. Su nombre figura en muy diversos lugares del territorio egipcio, aunque por lo general más debido a prácticas suplantadoras que a las de su escasa actividad constructiva o de gobierno. La única gran obra que llevó a cabo fue la conclusión de la gran tumba en el Valle de los Reyes que iniciara su antecesor. A su muerte, su hijo Itamón le sucede con el nombre de Ramsés Séptimo, en medio de importantes desórdenes. Al igual que sucediera con su antecesor, el único monumento importante de su reinado fue su tumba, y aún esta, de menores dimensiones que las habituales.

Con la muerte sin heredero, fue su tío Ramsés VIII , el que parece un enigmático hijo de Ramsés III, o incluso un usurpador con igual nombre, quien pasó a sucederle. Apenas se sabe nada de su breve reinado, ni aún si se construyó tumba.

Le sucedió Ramsés IX, quien se ha pensado pudo ser uno de los numerosos hijos de Ramsés III. Su reinado de unos 18 años, fue una prolongación de los que le precedieron; es decir, de anarquía y corrupción. Por lo demás, es durante el reinado de este rey cuando se quiere apreciar la creciente influencia del clero de Amón en Tebas, en detrimento del poder real.

Un desconocido Ramsés X, aunque quizás hijo del anterior, le sucedió. Su nombre apenas nos es conocido por ciertas inscripciones localizadas en Karnak, Aniba en Nubia, y su pequeña tumba en el Valle de los Reyes. La división del país era ya un hecho cuando Ramsés Undécimo, el último faraón de la dinastía, subió al trono. Desaparecido el último integrante de la saga ramesida, y por consiguiente, del Imperio Nuevo, su sucesor acabó siendo quien probablemente fuera su yerno, y los Grandes Sacerdotes de Amón en Tebas acabaron siendo los verdaderos monarcas de la zona. Una vez más, Egipto se dividía, y se iniciaba lo que se ha dado en llamar, Tercer Periodo Intermedio. 

Era una práctica común encontrar entre los ajuares funerarios de casi todos éstos reyes de la XX Dinastía, los denominados ushebtis de ''contorno perdido''.

De forma general éstos siempre estaban realizados en alabastro egipcio y los detalles eran añadidos en ceras de color negro, rojo, verde y marrón, aunque la más utilizada era la de color negro. El alabastro era una variedad de carbonato de calcio o de piedra de yeso, que se presentaba bajo forma compacta de color blanquecino, aunque era un material con una cierta fragilidad.

Iconográficamente su aspecto es siempre muy simple, la parte de los pies así como la superior termina en bulto redondo, sin ningún tipo de detalle. Como ya hemos explicado, casi todos los reyes de ésta época: Ramsés IV, V, VII, IX y X. Incluirían éste tipo de ushebtis en sus tumbas.                               

Este tipo de figurillas fueron también utilizadas entre los personajes particulares y también nos han llegado algunos ejemplos anónimos.

Estos ushebtis no tienen nada que ver iconográficamente hablando, con los hasta ahora conocidos. Por lo general son de aspecto momiforme, aunque en éste tipo de figuras rara vez  aparecen las manos ni los brazos en relieve. Puede ser que éstos aparezcan minimamente resaltados mediante el empleo de las ceras de color. Los rasgos faciales también aparecían resaltados con el empleo del color. En cuanto a su indumentaria, si podemos encontrar un nexo de unión con los ushebtis ya conocidos. Normalmente también aparecían representados con peluca doble o tripartita, siendo la doble la más empleada. Esta aparecía representada con ceras de color, delimitando el perfil de la peluca o bien llenando de color el cuerpo de la misma.

También era práctica frecuente, representarlos con los útiles agrícolas típicos de éstas figuras; azadas, azadones o saquitos para el grano. Estos utensilios siempre aparecían representados en color, nunca en relieve. Aunque la mayoría de éstas figuras han llegado hasta nuestros días en muy mal estado de conservación, prácticamente con la desaparición de las ceras de color o muy fragmentados. Podemos apreciar también la inclusión de inscripciones jeroglíficas. En la mayoría de ocasiones éstas inscripciones se representaban en la parte baja frontal del cuerpo, ya bien sea en bandas horizontales o verticales. Aunque también podemos apreciar inscripciones en otras partes del cuerpo de la figura sin un orden aparente. Otras aparecen sin ningún tipo de inscripción o se sustituye por la representación de líneas verticales u horizontales.

La manufactura de éste tipo de ushebtis, desaparece con el ultimo rey de época Ramesida. Durante el Tercer Periodo Intermedio podemos ver como se restablece la iconografía tradicional de éstas figuras, volviendo a la manufactura precedente. En la actualidad, las mayores colecciones de éste tipo de ushebtis podemos encontrarlas en el British Museum y Petrie Museum (Londres) y el el Museo del Louvre (París).

Ramsés VI

Imperio Nuevo.

Dinastía XX.

 Procedencia: KV9 ?.

Alabastro, 12,3 cm.

British Museum (Londres).

EA13815

Ramsés VII

Imperio Nuevo.

Dinastía XX.

1.141 - 1.133 a.C.

Alabastro, 12,4 cm.

Procedencia: KV9 ?.

Musée du Louvre (París).

N 585

  Ramsés VII

Imperio Nuevo.

Dinastía XX.

1.133 - 1.126 a.C.

Procedencia: KV1.

Alabastro, 13,6 cm.

Colección Emmacha.

Ushebtis dobles

Otra de las representaciones no menos curiosas que las dos anteriores, son los ushebtis dobles. Unas figuras que representan una pareja de ushebtis compuesta por un hombre y una mujer. Estas piezas surgen a finales de la XVIII Dinastía, principios de la XIX Dinastía.

No se sabe exactamente si tenían algún tipo de función diferente a los ushebtis de tipo obrero. La mayoría de los Egiptólogos, creen que se trata de una simple variante en la representación, aunque con una función idéntica a los anteriores, servir al difunto el el Más Allá.

Iconográficamente estas piezas representan una figura masculina y una femenina (siempre unidas, en un mismo bloque), que pueden aparecer colocadas en diferente orden. Las figuras podían ser matrimonios, madre e hijo....

Al igual que los ushebtis obreros, portan azadas, azadones y saquitos para el grano (utensilios típicos de estas figurillas). Algunos de ellos pueden ser representandos portando sendos amuletos entre sus manos (Djed, Anj...). Normalmente representados en posición momiforme, nos dejan intuir brazos y manos, así como pelucas dobles o tripartitas.

La mayoría de ellos estaban policromados con ricos colores o simplemente eran tallados sobre el material utilizado para su elaboración: Piedra caliza, Serpentina o madera, entre otros...

Al igual que el resto de Ushebtis, nos muestran inscripcciones jeroglíficas en la parte baja central de las figuras (aunque también en los laterales y parte trasera). El capítulo VI  del Libro de los Muertos, era la inscripción más utilizada así como los títulos y nombre del difunto para el cual eran elaboradas.

Aunque son pocos los ejemplos de este tipo de ushebtis que han llegado hasta nuestros días, la mayoría se conservan completos y en un buen estado.

Doble ushebti de Khaemwaset y Mesyt

Finales del Imperio Nuevo.

Dinastía XVIII - XIX.

1.336 - 1.213 a.C.

 Procedencia: ?.

Caliza, 22 cm.

Metropolitan Museum of Art (New York).

22.9.6

Doble ushebti de Benermerut y su Madre, Ikhem

Imperio Nuevo.

Dinastía XVIII.

1.479 - 1.425 a.C.

Serpentina, 22,4 cm.

Procedencia: ?.

Metropolitan Museum of Art (New York).

44.4.73

 Doble ushebti de un hombre y una mujer

Imperio Nuevo.

Dinastía XVIII.

Procedencia: Tebas.

Caliza, 13,9 cm.

British Museum (Londres).

EA8894

Ushebtis de Apis

En el Serapeum de Saqqara, han aparecido estas figuras con cabeza de Apis, cerca de los sarcófagos, lo cual se ha interpretado como figuras votivas depositadas por los vivos para rendir homenaje a Osiris.

Recordemos que el Serapeum de Saqqara, es una necrópolis subterránea, situada al norte de Saqqara, cerca de Menfis, donde se enterraron los toros sagrados Apis. El nombre de Serapeum fue dado por Estrabón, al asociar Apis a Serapis.

La veneración del toro Apis está atestiguada, según la Piedra de Palermo, desde la Dinastía I. Fue adorado en Menfis, mientras vivía, como la encarnación del ka de Ptah, dios creador, pero al morir se le asimilaba a Osiris, el dios de la resurrección. Se le llamó ''El heraldo de Ptah''. 

Los enterramientos rituales del toro Apis tuvieron su apogeo tardíamente. Al morir un toro Apis se iniciaba un largo y complejo ritual, el cual permitiría al toro renacer. Estos toros sagrados fueron enterrados en sarcófagos, elaborados con bloques pétreos monolíticos.

Imperio Nuevo.

Dinastía XIX.

1.250 a.C.

 Procedencia: Serapeum, Saqqara.

Fayenza, ? cm.

Fitzwilliam Museum (Cambridge).

1878143

 Imperio Nuevo.

Dinastía XIX.

1.250 a.C.

 Procedencia: Serapeum, Saqqara.

Fayenza, 10,8 cm.

Emmacha Collection.

Imperio Nuevo.

Dinastía XIX.

1.250 a.C.

 Procedencia: Serapeum, Saqqara.

Fayenza, 17,3 cm.

Musée du Louvre (París).

N 523451

Ushebtis en posición de escuchar 

Estos extraños ushebtis, parecen mantener su brazo o brazos levantados con la manos o manos tras sus orejas, con la finalidad de aumentar su capacidad de audición. Muchos egiptólogos dudan de la teoría de los brazos levantados y afirman que es la forma de las orejas junto a las pelucas al caer.

Imperio Nuevo.

Dinastía XVIII.

1.450 a.C.

 Procedencia: ?.

Terractota, 11,5 cm.

Colección privada desconocida.

Imperio Nuevo.

Dinastía XVIII.

1.450 a.C.

 Procedencia: ?.

Terractota, 9,5 cm.

Britis Museum (Londres).

EA21872

Ushebtis con cabeza de babuino

Conocemos muy pocos ejemplos de ushebtis con cabeza de babuino. Según los egiptólogos, estas piezas formaban probablemente parte de un conjunto que representaba a los hijos de Horus. Cada conjunto de piezas habría incluido un ushebti con cabeza de babuino (Hapy), otro con cabeza de chacal (Duamutef), otro con cabeza humana (Amset) y uno con cabeza de halcón (Kebeshenuef).

Alguno de estos ushebtis, fueron hallados, en tumbas de altos funcionarios del Imperio Nuevo.

Djehutymose 

Escriba real y supervisor del ganado durante la Dinastía XIX.

Imperio Nuevo.

Dinastía XIX.

1.280 a.C.

 Procedencia: ?.

Caliza, 26,7 cm.

Colección privada desconocida.

Djehutymose 

Escriba real y supervisor del ganado durante la Dinastía XIX.

Imperio Nuevo.

Dinastía XIX.

1.280 a.C.

 Procedencia: ?.

Caliza, 27,4 cm.

Universität Zürich.

Ushebtis sin cabeza

Otro tipo de figurillas poco conocidas, son los ushebtis sin cabeza. Realizados en tres piezas, torso, piernas y pies, se unen mediante unas clavijas que encajan en unos agujeros situados en las diferentes partes de dichas piezas. Los propietarios de estos ushebtis, se identificaban con Osiris, cuyo cuerpo fue cortado en 14 pedazos por su hermano Seth y esparcidos por todo Egipto.

Imperio Nuevo.

Dinastía XVIII.

1.360 a.C.

 Procedencia: ?.

Alabastro y vidrio, 18 cm.

Rijksmuseum van Oudheden (Leiden).

F 1955/10.3

Imperio Nuevo.

Dinastía XIX.

1.360 a.C.

 Procedencia: ?.

Alabastro y vidrio, 16 cm.

Museo egipcio de El Cairo (Egipto).

48331